En el mes de Septiembre pasado escribí sobre las falsas expectativas que las autoridades políticas, diría en general, han creado respecto de las vacunas Covid19. De cómo han jugado con el rigor científico para ver quién gana la carrera del primer pinchazo.
Aquí no se trata de posturas ideológicas, sino del oportunismo natural de todo aquel que ejerce la política, de algo que es inherente a su naturaleza.
Ahora que ya se ha sabido que las vacunas han ido cumpliendo con los necesarios pasos propios de un proceso serio y riguroso, con efectividades comprobadas y casi con fecha cierta de disponibilidad, aunque nada confirmado aún, viene la etapa siguiente de la especulación: el proceso de vacunación.
¿Alguno tiene certeza, porque se lo haya escuchado a alguna autoridad responsable, de cómo sería el proceso de vacunación? Sí, hemos escuchado decir que primero los grupos de riesgo y el personal esencial de Salud.
Me refiero a la logística. Es decir, sin importar el tamaño del país o la cantidad de habitantes, de cómo será el proceso?
Aquel que comienza desde que se reciben las dosis (que aún no sabemos cuántas), se almacenan, que tampoco sabemos dónde y cómo; se trasladan preservando las temperaturas, y otra vez el almacenaje en otros lugares, y el personal necesario y disponible, y la cobertura hasta el último rincón de cada territorio (sin olvidarse de la cadena de frío), etc.
¿Están las heladeras para menos 70 grados, o para menos 20 ó menos 10?
¿Cuántas se necesitan?
¿Ya las compraron?
¿Hay en el mercado aparatos suficientes con ls características especiales para vacunas?
Luego, ¿cuál es la capacidad operativa de vacunación de los gobiernos?
¿En cuánto tiempo se vacuna a una persona? ¿Y a diez, y a cien, y a mil, a cien mil, a un millón?
Si alguno le cuenta a alguna autoridad que alguien hizo estas preguntas, ¿encontrará las respuestas?
Por eso hablo de la Falsa de la Vacuna - II Parte.
Las autoridades insisten en la demagógica idea de que apenas llegue la vacuna todos los problemas originados por la pandemia, y en casos más dramáticos por las cuarentenas, que no es lo mismo, se habrán solucionado. Falso, porque hoy ninguna de esas autoridades está en condiciones de responder satisfactoriamente ninguna, alguna o todas las interrogantes planteadas.
Ni Uruguay, el país más chico, ni Brasil, el país más grande deben saber hoy cuándo comenzarían su proceso de vacunación y mucho menos cuándo terminarían. Tampoco deben tener siquiera una estimación, porque la clave es el proceso logístico.
Y eso que ni siquiera hemos hablado de platas. Porque las vacunas hay que comprarlas, y las heladeras también. Y el proceso logístico hay que financiarlo. Seguro que plata va a haber, pero tampoco deben saber cuánto van a necesitar. Díganme entonces si no hablamos con razón de la Falsa (expectativa) de la Vacuna.
No debe haber problema global que se haya “demagogizado” tanto. Acá en la región hemos visto demagogia de “medio pelo” porque hay gobernantes “medio pelo”, ignorantes, populistas y/u oportunistas. Y quizás alguno con todos esos atributos juntos.
Resumiendo. Hasta que no hayan visto el carrito vacunador frente a la puerta de su casa y hayan sentido el pinchazo, crean muy poco lo que digan por ahí. No se coman el amague, dirían en el fútbol, y por el contrario, siéntanse con todo el derecho a cuestionarlo todo. No olviden que seguramente en este tiempo de pandemia ya les han mentido muchas veces.
Mientras, sigamos cuidándonos, usando tapaboca, saludándonos con el puño, guardando la distancia social y no haciendo tonteras, porque somos los primeros responsables de nuestra salud y la de nuestras familias. El resto es valor agregado, ¿o no cree usted?
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Bonus track: También cuestionen lo que digan los medios, pues hay algunos/muchos que por un titular rimbombante tiran por la ventana la necesaria rigurosidad periodística. Y otros sólo son caja de resonancia.